En episodios anteriores del “Sublenguajde del Rey Zapotoceo” nuestros protagonistas discutían la naturaleza de la felicidad y su validez como objetivo en la vida.
La pregunta sigue sin resolverse pero me permito complicarla tal vez un poco con la siguiente propuesta:
Parece que la pregunta sigue siendo el antiguo “significado de la vida” el cual hasta Monty Python dilucido en su momento, pero cuya respuesta, por supuesto, no nos sirve porque uno no escarmienta en pellejo ajeno.
¿Cuál es el propósito de la vida? Hacer algo “trascendente” con ella, o solamente “vivirla”. Suponiendo que tenga propósito que nos exceda, quiero decir que la vida tenga UN propósito separado de nosotros.
Suponiendo que eso es cierto, hay una tercera opción. El propósito de la vida es tener morritos.
Creo que debemos aceptar que aun a pesar de nuestra “evolución” como seres sociales dentro de un marco civilizador, a pesar de un sistema educativo y de leyes morales que cada vez avanzan más en el lento asesinato del instinto, nuestras directivas genéticas siguen guiando la mayor parte de lo que nos sucede.
Simplemente comer y beber siguen siendo las prioridades de todo ser humano. Porque sobrevivir es una directiva genética. Hemos aprendido a esquivarlas, a distraernos de ellas, pero eso genera fuertes patologías en las psiques que son evidentes en las grandes metrópolis del mundo. (Claro que hay excepciones, pero sin negarles su lugar, las excepciones son eso y no pueden usarse en miradas generales de las cosas).
Las otras directivas, familiares, sociales, intelectuales, se han construido de manera más o menos artificial sobre las directivas genéticas, para esconderlas o encausarlas o tal vez sin propósito determinado. Pero la base sigue siendo nuestro programa biológico.
Ahora, la más importante de las directivas genéticas es la de preservar los genes. Es decir, tener morritos. La sociedad moderna nos ha dado múltiples razones para no hacerlo. La sobrepoblación siendo una para los que usan el sentido común, pero el trabajo como prioridad es otra, la necesidad de conservar una buena figura o las modernas concepciones sobre el compromiso familiar y/o de pareja son otras.
Mucha es la gente que encuentra en sus morritos la razón de seguir haciendo cosas que normalmente no harían, muchos son los que encuentran total satisfacción en esas pequeñas replicas de ellos. Ahora decimos que es una cuestión de amor, del valor de la familia, pero posiblemente sea solamente la satisfacción de haber cumplido con el sentido de la vida.
Claro hay madres y padres desnaturalizados, pero no podemos decir que tanto son “desnaturalizados” solo bajo los parámetros modernos y a causa de los desequilibrios de la vida actual. Aun así, patologías hay siempre.
Somos infelices y fallamos en encontrar nuestro lugar y el sentido de las cosas al final de nuestra adolescencia y durante nuestros veintes, porque es la edad en la cual se dispara en nosotros la orden de tener morritos (¿De ahí el control de la batipepa, único medio para procrear?). Pero las leyes de la modernidad nos detienen. Y al hacerlo y darnos un vistazo a ideas como la trascendencia o la felicidad en realidad nos alejan de aquello que podría darnos satisfacción:
Cumplir nuestro programa más elemental, tener morritos.
4 comentarios:
(a pesar de eso, no quiero tener morritos)
Como que ya nos entendimos más.
La forma más pura de trascender es teniendo morritos. Osea, abstrayendo el término, sólo es haber hecho algo que perdura: LA BATALLA DEL GEN.
Para ganar en esta batalla, sólo se puede esparciendo morros. Osea todos competimos contra todos. Las libélulas llevan la batalla ganada en mi parecer; fueron los últimos seres vivos que todavía puedo ver y que van ganando. Su estructura sigue siendo la misma desde antes de los dinosaurios.
En fin, yo ya voy perdiendo en la batalla y carrera de preservar mi gen. Por eso y muchas cosas más, yo quiero un morro, y por nombre llevará Francisco Xavier.
La necesidad biológica de trascender es innegable.
Las construcciones sociales alrededor atentan contra el instinto, forzando a los lobos esteparios a un limbo donde poco es tangible.
Eso explica mucho de si va ganando uno o no la batalla de los chamacos.
Pero, como en el Eva, ¿qué tanto es solo una autoconstrucción?
El limbo, el lobo, todo eso. Al fin de cuentas el Hesse vivió dos tres de sus libros. No sé si el hecho de que lo haya expresado antes para nosotros y otros tantos sea justificante suficiente como para quitar dudas.
Dentro de esos términos, ¿ existen justificaciones para nosotros ?
Pues realmente yo no se què demonios es lo que està destinado para mi en la vida... pero màs bien pienso que cada quien vqa trazando su vida y no es que al final vayas a alcanzar un objetivo, sino que vas tenienod la acumulaciòn de objetivos y logogros en tu camino.
Cada quien tiene ideales diferentes, de acuerdo al ambiente en el que crecemos, educaciòn, etc., etc... Pero sì hay algo que miles de años no han podido modificar en nosotros a pesar de los avances cientìficos y sociales, es el instinto.
Sí, nuestro instinto, màs que tatuado en los genes, es el de preservar la especie. A unos nos llega esta cosquillita antes que a otros y a veces tambièn nos entra la duda de si algùn dìa cumpliremos o lograremos ese objetivo, eso ya queda en gran parte dentro que le echemos galleta y otro mìnimo porcentaje a encontrar a la "pareja ideal" para que juntos logremos ese fin.
Aùn yo no soy mamà y tampoco me urge ya serlo. Pero, he vivido muuuy de cerca el desarrollo de mi sobrinita de 1 año. Està en esa etapa de empezar a caminar sola y en general a despertar su personalidad y wow! Es increìble y sorprendete ver la cara de mi hermano en ella (afortunadamente jeje)
Sigo sin tener mucha paciencia a los morritos, ni siquiera a ella que es la luz de la casa, pero en definitiv y a pesar de la sociedad actual y bizarreces del mundo moderno, yo quiero un morrito! jajaja!
Al parecer no somos pocos. Lo màs bizarro del asunto es qeu ya no es sòlo un amigo el que me ha pedido que a lso 30 tengamos un bebè, ya tengo una lista de peticiòn de 3 amigos màs que me han dicho que sis genes son los mejores. LA verdad es que este tipo de proposiciones por un lado me halaga pero por el otro lado, me hace pensar que creen que sòlo buscan un horno dónde hornear sus genes jajajaja!
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